Además de llevar medicamentos básicos para tratar dolencias comunes, es muy recomendable adaptar tu botiquín en función de los requisitos sanitarios del destino al que te diriges, las características del viaje y la casuística personal de cada uno.
Es muy importante que, si tienes alguna condición médica reseñable, consultes con tu médico cualquier incompatibilidad o riesgo. Los medicamentos que necesitan receta médica deben ir acompañados con un informe firmado por un médico declarando que el viajero necesita esa medicación (con los nombres genéricos) para su tratamiento personal en función de un diagnóstico (a ser posible escrito en inglés o francés). Asegúrate que la medicación que llevas está aceptada en el país de destino, puedes acceder a dicha información en la web oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de España.
- Redes mosquiteras impregnadas en insecticida.
- Medicación contra la diarrea (incluir un agente antisecretor y sales de rehidratación oral, con las correspondientes instrucciones por escrito respecto a su uso).
- Laxantes.
- Antibióticos que cubran las infecciones de mayor frecuencia en viajeros (diarrea del viajero, infecciones de piel y tejidos blandos, tracto respiratorio y urinario). Deben ser prescritos por un facultativo.
- Medicación antipalúdica.
- Sedantes.
- Medicación para mareos cinéticos.
- Jeringuillas y agujas esterilizadas.
- Preservativos.
- Protectores solares (crema, gafas de sol) y labiales.
- Medicación para cualquier enfermedad previa.
- Otros artículos para las necesidades previsibles, según el destino y la duración del viaje.
Recuerda siempre que los medicamentos deben administrarse según indican sus prospectos. En caso de duda consulta con tu médico o farmacéutico.
Puedes acceder a las recomendaciones específicas de cada destino en el apartado de país por país y en caso de dudas puedes consultar información relativa a viajeros en situaciones especiales.