La diarrea del viajero, también llamada “diarrea del turista”, es el problema de salud más frecuente en todo tipo de estancia en medio tropical y subtropical. Alrededor del 40% de los viajeros experimenta una diarrea durante o poco después de su viaje al trópico.1
La mayoría de las veces la diarrea del viajero es un problema autolimitado, pero un 30-40% de los viajeros debe guardar cama uno o dos días y modificar los planes del viaje. Un 1% debe ser ingresado en un hospital, y el 15% mantiene episodios diarreicos después del viaje, de los cuales, aproximadamente en el 1% de los pacientes, la diarrea persiste durante más de 3 meses.1
Los síntomas habituales de la diarrea del viajero son: deposiciones acuosas y/o aumento de la frecuencia de deposiciones, náuseas, distensión abdominal, cólicos, fiebre y malestar general. La diarrea suele durar entre 3 y 7 días. Las áreas de alto riesgo incluyen todos los países en desarrollo de África, Oriente Medio, Asia y Latinoamérica. El riesgo de infección está muy relacionado con el tipo de viaje y el consumo de alimentos. El riesgo es bajo en viajes organizados con estancias en hoteles y el riesgo es mayor en viajes que implican actividades de aventura y cuando se consume alimentos procedentes de vendedores ambulantes.2-4