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En general viajar no está contraindicado durante el embarazo mientras que no esté próximo a la fecha prevista del parto, siempre que se trate de un embarazo sin complicaciones y la salud de la madre sea buena.
Así mismo, si el viaje conlleva estar muy lejos de una atención obstétrica adecuada durante un tiempo muy prolongado, o estar expuesto de forma muy importante a enfermedades relacionadas con el viaje, hay que considerar posponer el viaje hasta después del parto.
Los vuelos comerciales son normalmente seguros para la madre y el feto. Sin embargo, no se recomienda viajar en avión durante el último mes de embarazo y hasta pasados 7 días después del parto.
Existen compañías que restringen el vuelo a partir del séptimo mes, se debe comunicar a la compañía la situación de embarazo y los requerimientos de la misma. Las directrices comunes para embarazos sin complicaciones son:
Después de la semana 28 de embarazo se debe llevar un informe del médico confirmando un buen estado de salud, un embarazo normal y la fecha probable de parto. Algunas aerolíneas exigen una “autorización médica” a las mujeres embarazadas si el parto se espera a menos de 4 semanas después de la partida o si puede esperarse alguna complicación durante el mismo.
No existe contraindicación por el paso por los detectores de metales o los detectores manuales corporales ya que producen un campo electromagnético de baja frecuencia, similar a los electrodomésticos, que resultan inocuas. Mejor ocupar los asientos del pasillo que facilitan caminar y acudir al WC cuando sea necesario. No se aconseja el viaje en avionetas que no tengan cabinas presurizadas ya que el nivel de oxígeno disminuye y puede afectar a la frecuencia cardiaca tanto de la madre como del feto. Si ha de realizarse el viaje en avioneta se recomienda que sea a alturas inferiores a 3000 m., en viajes cortos y si no existe enfermedad que lo contraindique. Tenga presente que durante el vuelo sentirá alternativamente frío y calor, vístase “en capas”, con prendas que se puedan quitar o añadir según la temperatura ambiente.
No suelen tener restricciones hasta la última semana de embarazo, aunque ocasionalmente, sobre todo en tren se puede requerir un certificado médico que autorice el viaje con baja probabilidad de complicaciones. Se recomienda realizar pequeños paseos durante el recorrido y ocupar los asientos del pasillo que facilitan caminar y acudir al WC cuando sea necesario.
Se debe poner siempre el cinturón de seguridad con doble banda, una diagonal pasando en medio del pecho y cruzar el hombro y otra horizontal por debajo del vientre. En caso de contraindicación de uso debe llevarse un certificado escrito por su ginecólogo.
El paludismo en una mujer embarazada incrementa el riesgo de mortalidad materna, aborto y bajo peso al nacer con el consiguiente riesgo de mortalidad neonatal.
Se recomienda que las mujeres embarazadas eviten viajar a zonas donde existe transmisión de Plasmodium falciparum, ya que es más resistente a medicamentos. Cuando no es posible evitar el viaje, es imprescindible adoptar medidas efectivas de prevención del paludismo, incluso cuando se viaja a zonas donde sólo existe transmisión de paludismo por P. vivax.
Busque atención médica de inmediato si tiene:
Viajarsano, web de referencia en salud y viajes internacionales que ofrece orientación sobre las precauciones de salud antes, durante y después del viaje. Además de información actualizada sobre las enfermedades prevenibles mediante vacunación, las recomendaciones de vacunación país por país y otras medidas preventivas recomendadas.
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